CONFESIONES
El Sacramento de la Penitencia, también conocido como Reconciliación o Confesión, se celebra los sábados después de la Misa de las 8:30 a. m. (excepto el primer sábado del mes) y también los sábados por la tarde de 4:00 p. m. a 5:00 p. m. Generalmente hay frailes sacerdotes que pueden confesarte en inglés, español y polaco. Algunos frailes también pueden atenderte en francés e italiano.
También se pueden realizar confesiones haciendo cita llamando a la oficina parroquial: 718.384.0215 o haciendo clic en el botón de abajo.
Los frailes también suelen estar cerca de la oficina parroquial durante el horario de oficina. No dudes en pasarte a confesarte. Si bien no hay garantía de que haya alguien disponible, si estamos aquí, estaremos encantados de ayudarte.
¿Tu última confesión se remonta a un peinado anterior?
¿Ha pasado un tiempo desde tu última Confesión? ¿Quizás no desde tu Primera Confesión? ¡No te preocupes! Bienvenido nuevamente. Lo que importa es que te estás preparando para volver. Aquí hay algunas cosas que debes recordar cuando consideres confesarte nuevamente:
No se trata de ti: El sacramento de la penitencia se centra en la misericordia y el amor de Dios por ti. Es un acto de adoración en el que reconocemos honestamente nuestra necesidad de Dios en nuestras vidas.
Reflexiona y confiesa: Haz lo posible por reflexionar y confesar todos tus pecados, especialmente aquellos que pesan mucho en tu conciencia. Esta guía puede resultarte útil: Exámenes de conciencia .
No es una auditoría del IRS: Dios no está tratando de perjudicarte. Todo lo contrario: Dios está de tu lado, animándote, buscando cualquier señal de arrepentimiento para perdonarte y llenarte de paz y sanación.
No te preocupes por los detalles: si no recuerdas las oraciones o el orden correcto del sacramento, simplemente pídele ayuda al sacerdote. Estamos muy contentos de que vayas a confesarte y haremos todo lo posible para que todo salga bien.
Confidencialidad garantizada: Las confesiones son privadas y confidenciales. El sacerdote no puede revelar información a nadie bajo ninguna circunstancia. El “secreto de confesión” es absoluto.